martes, mayo 28, 2013

Carlton & Jacko





Dudo que nadie con más de 30 años y conexión wi-fi no haya visto ya el video de Will Smith en el programa de Graham Norton en la BBC, en el que hay una gloriosa aparición sorpresa de Alfonso Ribeiro bailando el Carlton Dance que popularizó en "El príncipe de Bel Air" y PETÁNDOLO. Muchos comentarios podrían hacerse sobre el contraste entre los carismas de Smith Sr. y Jr., el desenfreno pastillero de Heather Graham o la cara de eclipsado oficial de Bradley Cooper esperando resignado a que acabe el show.

Pero este post no va de eso, sino de un pequeño tesoro que he encontrado por ahí (ahí=Youtube). Es un anuncio de Pepsi en el que Michael Jackson no tiene ningún escrúpulo para adaptar la letra de su "Billie Jean" a las necesidades de azúcar de una generación. El hallazgo de este video no es ese sacrilegio, ni la presencia como figurantes de algunos de los componentes de la familia Jackson (Five), sino el niño pequeño que mantiene el tipo bailando al lado de Jacko con la celebérrima chaqueta de cuero rojo. ¿Alguien lo reconoce?




Efectivamente, es Alfonso Ribeiro, comenzando a fabricar ya desde pequeño su inolvidable personaje de Carlton Banks. Aunque el bailecito encocado que le llevó a la CELEBERRIDAD al ritmo de "It's not unusual", y que aquí servidor ha utilizado en más de un fin de fiesta difícilmente recordable, no se lo robó a Jacko, sino a Courteney Cox en su anónima aparición en el videoclip de Bruce Springsteen "Dancing in the dark" (a partir del minuto 3:30 aquí), según ha reconocido el propio Ribeiro. Pero la influencia del rey del pop quedó grabada a fuego en la caracterización de Carlton, uno de los secundarios más memorables de la televisión, y si no comprobadlo vosotros mismos.



viernes, mayo 17, 2013

El honesto Prometeo







Los "Honest Trailers" son una gamberrada que se les ocurrió hace algún tiempo a la gente de la web Screen Junkies, una revista digital de actualidad cinematográfica y televisiva que se lo toma todo con bastante cachondeíto. Estos supuestos "trailers" tienen la virtud de señalarte los fallos de guión, las incongruencias, las malas interpretaciones y las intenciones ocultas de las películas que reseñan, todo con un tono saludablemente destroyer: cuanto más mala es la película referida, más divertido es el "trailer honesto". En este sentido, con la saga "Crepúsculo" han conseguido una auténtica mina. Pero el que os traigo no lo protagoniza Kristen "de pequeña me caí en una marmita de maría" Stewart, sino Noomi Rapace: "Prometheus", la no-pero-sí-pero-no-sólo-un-poquito-precuela de "Alien" que tantas expectativas desató como decepciones provocó. Visualmente impactante pero con un guión calamitoso del que Damon Lindelof se ha llevado los palos que le correspondían, y además los que le tocaban a su coguionista Jon Spaihts, que se ha ido de rositas de este despropósito. El "trailer" no tiene desperdicio (ojo a lo de los ritmos cardíacos, digno de película de la Troma) en cuanto a despedazar el filme, pero si no habéis tenido suficiente, en este enlace está el "abridged script" del filme que realizan los no menos abrasivos colegas de "The editing room", que hacen una cosa similar pero mucho más trabajada, utilizando, en lugar de trailers, unos supuestos guiones absolutamente tronchantes. Y muy honestos, por supuesto.

domingo, mayo 12, 2013

Hannibal, o el cazador cazado





"Hannibal" era, desde su mismo anuncio, un proyecto que daba mucho miedo. Y no precisamente por su temática. No parecía que hubiese mucho más que contar de un personaje mítico que ya había sido demasiado exprimido tanto en cine como en manos de su creador Thomas Harris: el "Dragón rojo" del funcionario Brett Ratner se olvidaba a los diez minutos de haberla visto; "Hannibal, el origen del mal", la película, traslada a la perfección la anodina mediocridad del original literario. ¿Una precuela serializada situada cronológicamente antes de "Dragón rojo"? Las bocinas y las señales luminosas con DANGER iluminando Hollywood las podía percibir cualquier conocedor del personaje (esencialmente, TODO EL PUTO MUNDO). Además se iba a emitir en una cadena generalista, que habitualmente lleva escrito el "para todos los públicos" en cada esquina de la pantalla. La esperanza se limitaba al currículum de su showrunner, Bryan Fuller (creador de la serie de cultísimo "Pushing daisies"), y a la elección del magnífico Mads Mikkelsen para el papel del culinario doctor. Y sin embargo, el trailer malroller nos hizo pensar que sí, que quizás había ahí algo.

Siete episodios después, está claro que lo hay. Por desgracia, todo lo bueno que tiene la serie es lo que la está estampando contra los índices de audiencia americanos, a unos niveles que suelen conllevar guillotina. La frase que más se escucha entre las críticas, buenas o malas, que recibe la serie, es "debería emitirse en un canal de cable". Ya sabéis como somos los gafapastas seriéfilos: desdeñamos todo lo que se emita por canales generalistas, excepto si es la BBC, off course. Pero la sentencia no deja de ser cierta. "Hannibal" es una serie muy difícil de digerir (nunca mejor dicho) para el público norteamericano medio, ese que se sienta por la noche a ver la tele en un sofá desvencijado de Iowa con una cerveza y un cubo de Kentucky Fried Chicken. Y no sólo por la crudeza expositiva de los sanguinarios crímenes que se ven -que también-, sino por la naturaleza misma de la serie: la rodea una atmósfera malsana, casi irreal, pesadillesca; unos diálogos densos, pantanosos, que no te permiten apartar la atención a riesgo de desconectar de la trama; unos personajes rasposos, poco empáticos, no demasiado dispuestos a que te identifiques con ellos. El universo de "Hannibal", apuntillado por una banda sonora que suena como arañazos en una pizarra, se balancea entre el gris y el negro, sometido impenitentemente a las leyes de la fatalidad; como si el diablo hubiera ganado la batalla definitiva y los agentes del bien se resignasen a intentar hacer del infierno un lugar habitable. Desde aquí destaca el perfil del protagonista, que no es Hannibal Lecter (un acierto: Lecter funciona mejor desde un cierto segundo plano) sino el agente especial Will Graham, del que sabemos que será el que finalmente cace a nuestro gourmet favorito, y que aquí toma los rasgos de un desequilibrado, angustiado, arisco y enfermizo Hugh Dancy.

FROM HERE, SPOILERS HASTA EL 1X07

El sexto episodio parece haber dado la salida al armamento pesado de la serie: varias referencias y homenajes más o menos velados al universo de "El silencio de los corderos" (el psiquiátrico de Baltimore, el dr. Chilton, la estudiante del FBI que nos recuerda irremediablemente a Clarice Starling, algún que otro guiño de diálogo) , la exposición del primer crimen de Lecter que vemos en pantalla, y lo que parece el arranque definitivo de la trama transversal principal de esta primera temporada, en la que su condición de serie de canal generalista obliga a seguir una cierta estructura de serie procedimental. Además, en el 1x07 ha aparecido por primera vez un personaje al que cualquier seriéfilo con cara y ojos ha de esperar con libidinosa expectación: la psiquiatra de Hannibal interpretada por la cada vez más MILF Gillian Anderson. No sé si estas armas serán suficientes para remontar la audiencia; quizás sea más realista confiar en que NBC considere a "Hannibal" su "Community" dramática: una serie de calidad minoritaria que eleve el prestigio de la cadena y su repercusión en las redes sociales. Más utópico resulta confiar en que se cumpla el plan original de Fuller: la cuarta temporada correspondería con la época de "Dragón rojo", las quinta y sexta  con "El silencio de los corderos" y la séptima y última con "Hannibal". Aunque si la MGM no lo remedia y cede, sin ninguno de los personajes aparecidos originalmente en "El silencio de los corderos" (sin ir más lejos, Clarisse), de los que no hay manera que cedan los derechos. Si se cumpliera todo este megaplan sería una experiencia orgiástica, y por soñar que no quede. Pero siendo realista, me conformo con que las recetas del doctor Lecter sobrevivan a esta temporada. Bon appetit.

miércoles, mayo 08, 2013

David Bowie vs. Youtube





Youtube ha vetado este videoclip de David Bowie (que hace 20 años lo hubiera protagonizado Madonna) por, según ellos, infringir las condiciones de uso (o lo que en castellano moderno llamamos MOÑERÍA). Esa es la principal razón por la que lo cuelgo, pero hay más. Por Gary Oldman, uno de los grandes actores vivos y eterno comisario Gordon. Por el tema musical en sí, que me parece cojonudo. Y por Marion Cotillard, que es la luz que ilumina nuestros caminos.