jueves, marzo 14, 2013

La tercera edad de Gervais


Hace unos días finalizó la primera temporada de "Derek", el proyecto en solitario (sin su hasta ahora inseparable Stephen Merchant) de Ricky Gervais para el canal británico Channel 4, que últimamente lo está petando en mi disco duro, entre "Utopia", "Black Mirror" y la serie que nos ocupa. Nos mostraron un piloto hace casi un año, y la aprobación de la temporada completa nos ha traído este 2013 una comedia tan reconocible como insólita en la carrera del bufón de Reading. Lo reconocible se percibe en la primera capa: envuelto en un formato de mockumentary (de nuevo, tras "The office" y "Life's too short"), Ricky interpreta a un hombre de coeficiente mental bastante por debajo de la media ("pero no mentalmente retrasado", según el propio Ricky insiste una y otra vez) que trabaja en una residencia de ancianos. Bien, este personaje en manos de Gervais hizo temblar a buena parte de la Pérfida Albion antes de su estreno, conociendo su afición a pasarse por la punta del níspero la corrección política. Y también después, porque parte de la crítica no acabó de entender el tono de la serie. Y aquí viene lo insólito.

Porque Derek Noakes es el primer personaje positivo de la carrera televisiva de Gervais. Hasta ahora, todos eran, en mayor o menor grado, desechos humanos: el incalificable David Brent de "The office", el arrogante y contradictorio Andy Millman de "Extras"; hasta sus personajes más anecdóticos, como el médico de "Louie" o su versión de sí mismo en "Life's too short", en la que sólo parecen importarle los royalties que recibe por sus creaciones. Derek, en cambio, es un osito de peluche. Su preocupación única es el bienestar de los demás, es cariñoso, trabajador, atento, siempre dispuesto y siempre dicharachero. Le encantan los videos de Youtube de animalitos, pero no se puede tener todo. No es, sin embargo, el tono del personaje principal  lo que distingue este proyecto gervaisiano de los anteriores, sino el de la serie en general. Sí, es comedia; sí, a veces es muy burra; pero tiene un componente amargo que la acerca al abismo de la dramedia. El cómico inglés aprovecha el microcosmos de la residencia de ancianos para hablar de la desprotección de los desfavorecidos, del abandono de nuestros antecesores, de cómo los aparcamos cuando dejan de sernos "útiles". Y, ya que estamos, retrata al sector más humilde de la sociedad obrera, esa casta baja más allá de la cuarentena que a duras penas consigue sobrevivir a través de un sueldo de mierda, sólo un paso por encima de la marginalidad, sin sueños, sin objetivos más allá de la supervivencia diaria, tan alejados de la modernidad que a veces parece que podrían estar viviendo en cualquiera de las últimas tres décadas. Derek, Hannah (la responsable de la residencia, una excelsa Kerry Gdliman), Dougie (el chófer chapuzas, Karl Pilkington haciendo de sí mismo con mono azul y robando la serie cada vez que habla) y Kev (un borrachuzo que no tiene otro sitio a dónde ir que la residencia) son seres condenados al ostracismo que sólo se tienen a ellos mismos, y que forman un grupo de losers entrañables.




Así, las tonterías bienintencionadas de Derek, las lúcidas irreverencias de Dougie y las barbaridades políticamente incorrectas de Kev se fusionan con una carga social considerable, así como con el hecho inextricablemente dramático que supone que todos acabamos muriendo, y la mayoría mueren solos, y "Derek", la serie, rompiendo las costumbres de una comedia al uso, no mete esas miserias debajo de la alfombra en favor del espectáculo, hasta el punto de que la season finale de esta primera temporada aparca casi completamente la comedia para centrarse en lo emocional. Esta serie es una mirada al vacío de Gervais, un paseo sin red por un hilo que milagrosamente mantiene el equilibrio, aunque en alguna ocasión está a punto de romperlo: me refiero, por ejemplo, a ese momento cumbre dramático del final subrayado por el jodido "Fix you" de Coldplay, esa infumable canción MECHEROS-ARRIBA-BIG-LIFE-MOMENT que subraya innecesariamente la escena y que contrasta con el piano calmo y sutil de Ludovico Eunaldi que impregna gran parte de cada capítulo. Chris Martin es demasiado colega de Ricky Gervais y hay que hacer algo al respecto.

"Derek" es el proyecto más personal de Gervais, se nota a las mil leguas, también en el trazo demasiado grueso con el que dibuja alguna de las situaciones dramáticas (no me creo que TODOS los familiares que vayan a ver a sus padres sean tan hijoputas). En cualquier caso, es un salto adelante en su carrera, ofrece una voluntad de progreso creativo que más quisieran muchos de sus compañeros. Y ya ha conseguido una segunda temporada, a pesar de los reiterados palos de The Guardian, que es para el cómico británico lo que Boyero para Almodóvar: un grano en el culo que, en el fondo, no es más que maná para su descomunal ego.

2 comentarios:

Mara Miniver dijo...

Pues de Gervais sé poco y la única " The Office" que he visto ha sido la americana... Pero le echaré un vistazo a este tal "Derek", que promete.

Un saludo

Posdata: me encanta el "fix you"

marcbranches dijo...

Si has visto "The office", la de Gervais es la que empezó todo. Hoy en día no es descabellado decir que Ricky Gervais es uno de los humoristas de referencia en todo el planeta.

A mí es que Coldplay me provoca erupciones cutáneas, no puedo evitarlo... en cualquier caso, el "Fix you" está tan sobado que en la escena que comento suena artificial, como si la emotividad del momento en sí no fuera suficiente, lo cual no es cierto. Saludete.